
Vista desde la Torre Reyder en Huamanga ©Luis Nuñez
Huamanga
Huamanga, corazón de Ayacucho, combina historia colonial, arquitectura impresionante, deliciosa gastronomía y vibrantes tradiciones, siendo un destino imperdible para quienes buscan cultura, arte y naturaleza en Perú.
Distrito de Huamanga
Grietas de Qorihuillca (2,727 m.s.n.m.)
Estas formaciones geológicas, grietas o “cañones” fraguados por la acción milenaria erosiva de riachuelos, se encuentran a 40 kilómetros de Huamanga y configuran uno de los destinos turísticos más espectaculares de la región. Las grietas tienen pasillos con caminos angostos de hasta 10 a 15 metros de altura. El paisaje es muy fotogénico por sus paredes naturales verticales de piedra caliza- Aunque el camino puede llegar a ser un poco difícil, el esfuerzo vale la pena.
La mejor época para visitar este lugar va de abril a setiembre, cuando las lluvias son menos intensas y las temperaturas son más cálidas.
Es un lugar recomendable para la práctica de la espeleología, con rutas de trekking de escasa dificultad para niños y adultos mayores. Para los más avezados, existe la posibilidad de realizar rappel en una caída de 50 metros en un tramo de 1,5 km en forma de serpiente que ha sido condicionado especialmente para ingresar dentro de las grietas.
Distrito de Pacaycasa (2,557 m s. n. m.)
Su nombre proviene del quechua Pakay qasa, que significa “quebrada oculta”. Aquí se encuentran importantes restos arqueológicos Wari, así como Tabla Pampa, atribuido a la cultura Huarpa. También se puede visitar el Cristo Redentor del distrito.
Cueva de Pikimachay (2,900 m s. n. m.)
Uno de los destinos con mayor importancia y trascendencia histórica del Perú, pues aquí se halló la presencia del primer hombre de América: el hombre de Pikimachay. Fue en esta pequeña caverna, cuya traducción al castellano es “cueva de las pulgas”, donde el arqueólogo estadounidense Richard MacNeish descubrió vestigios humanos que datan de unos 20 mil años a.C. Asimismo, en el lugar se han encontrado restos líticos y evidencias de las especies de la época, como megaterios, mastodontes y tigres dientes de sable, que confirman que los habitantes de Pilkimachay habían desarrollado técnicas para la domesticación de animales.
La cueva, enclavada en una montaña, es accesible a pie, y el recorrido toma unas dos horas. Se accede por una escalinata de gradas adecuadas para el visitante, con oportunos descansos, desde donde se pueden realizar extraordinarias fotografías del Valle de Mollorina y Pacaycasa, y a lo lejos, las pampas de Ayacucho e, incluso, el complejo arqueológico Wari.

Grietas del Cañón de Qorihuillca ©Antonio Escalante
Distrito de Acos Vinchos
Parque Natural Waper Iribamba (2,580 m.s.n.m.)
Las aguas, que en el pasado alcanzaban una temperatura de 47 grados, actualmente son frías, pero siguen teniendo una alta concentración de minerales como hierro, calcio, magnesio y cloruro, con propiedades curativas para la artritis, reumatismo, asma, enfermedades de la piel y otras afecciones. El paisaje que rodea a las aguas, rodeado de montañas, configura un entorno espectacular.
Entrada
La entrada es S/. 3.00 soles.
Catarata de Paqchaccucha (2,900 m.s.n.m.)
A un kilómetro de las aguas termales se encuentra la catarata de Paqchaccucha, con una caída de 30 metros, lugar ideal para darse un chapuzón después de una caminata contemplando sus paisajes, que incluyen la llamada “Cueva de los murciélagos”.
Se puede completar el recorrido con una visita a la Casa Hacienda Bendezú, una antigua residencia de campo que, aunque sencilla, conserva una interesante capilla dedicada a la Mamacha Asunta con imágenes antiguas. El dueño, de carácter muy agradable, les dejará entrar a echar un vistazo a cambio de una propina.

Collpa ©Rómulo Ayala
Distrito de Quinua (3,300 m.s.n.m.)
Quinua es una vibrante población que se ha sumado de lleno al desarrollo turístico y cada vez ofrece más opciones para los visitantes, entre restaurantes, bares y tiendas de moda. De hecho, se podría decir que esta localidad se ha transformado en una suerte de motor para el turismo local, nacional e internacional, no solo por su relevancia histórica y la pintoresca belleza de sus calles, plazas y viviendas, sino también por su amplia oferta de buena gastronomía y esparcimiento para todas las edades.
Quinua también es famosa por la labor de sus artesanos, dedicados en especial a la alfarería, resultado de siglos de sofisticación y de influencias precolombinas. También destaca el trabajo de los maestros en telar de cintura y tejidos, herederos de técnicas textiles precolombinas. Se recomienda visitar sus talleres para aprender más sobre su arte y comprar productos auténticos.
A lo largo del año, en Quinua se celebran varias fiestas. Quizá la más importante de todas sea la Fiesta de la Virgen de Cocharcas, patrona del Pueblo: cuatro días de alegres y coloridas celebraciones que se prestan para experimentar la cultura local, disfrutar de la música, la danza y, cómo no, la gastronomía.
Santuario Histórico y Museo de Sitio Pampas de Ayacucho (3,400 m.s.n.m.)
Quinua pasó a la historia por haber sido el escenario de la Batalla de Ayacucho en 1824. Sobre la gran llanura donde se dio el encuentro bélico que resultó en la independencia del Perú, un obelisco conmemora la batalla entre las fuerzas del general Antonio José de Sucre y las tropas del virrey del Perú José de la Serna.
El magnífico, moderno y funcional Museo de Sitio de Quinua y la Casa de la Capitulación de Ayacucho, ubicados en el Plaza Mayor de Quinua, exhiben armas, uniformes y otros artefactos relacionados con la batalla. La antigua casona ha sido totalmente remodelada gracias al proyecto del Plan Copesco del MINCETUR y el Ministerio de Cultura, y cuenta con un ascensor para facilitar el recorrido de discapacitados y adultos mayores.
Bosque de Usqu Willka (3,380 m.s.n.m.)
Usqu Willka significa “Nieto del Leopardo” y es el nombre que se le ha dado a un enorme bosque de 100 hectáreas ubicado a unos siete kilómetros del pueblo de Quinua. Es un paraíso natural que alberga una gran variedad de especies de flora, entre las que destacan el qantu, unka y qalatu. También es un espacio donde abundan plantas medicinales, como las chachas, wawillay, salvia, chillka, mullaca, muña, mutuy, entre otras.
Entre las aves más representativas se encuentra el Falco Sparverius, conocido localmente como cernícalo o killinchu. También habita la taruka o venado andino, en peligro de extinción. Otros animales que se pueden encontrar en este lugar son el atuq, la vizcacha, la akaqllu y en ocasiones hasta el puma andino.

Santuario Histórico de la Pampa de Ayacucho. Distrito de Quinua
Distrito de Quinua
Chiara destaca por haber sido escenario de la histórica batalla de Chupas que se libró en 1542, en la cual se enfrentaron las huestes del Gobernador Vaca de Castro y de Almagro el mozo, coadyuvado por batallones de indios al mando de Paullo, hermano de Manco Inca. Según las crónicas, los vencidos sobrevivientes decidieron fundar el pueblo de Chiara cerca al campo donde se produjo la batalla, y desde entonces se dedicaron a la crianza de caballos de carreras, tradición que continúa, cinco siglos más tarde, en la zona sur del distrito.
Las principales actividades económicas son la agricultura y la ganadería, siendo productores de cebada, trigo, maíz, arveja, ajo y, sobre todo, papas nativas. Chiara cuenta con atractivos turísticos como el Parque Nacional de Chanchayllo, un bosque de puyas de Raimondi.
Bosque de puyas de Raimondi

Bosque de Titankayocc
Distrito de Ocros
Mirador de Punkupata o Ccaqamarca (4,200 m.s.n.m.)
Su nombre significa “puerta hacia la meseta” y se trata de una falla geológica que presenta un espectacular fenómeno: por la noche, las nubes quedan atrapadas en el estrecho túnel que forma el cañón; y al amanecer, con el calor de los primeros rayos, las nubes se disipan y se “escapan” por la grieta. Se recomienda llegar desde el hotel Espíritu Pachamama al amanecer (antes de las 7 de la mañana), y solicitar un picnic de desayuno. En la temporada de lluvias (enero a marzo) se encuentran varias pozas de agua, como el Lago de Dios. Detrás de ellas se puede apreciar un bosque de puyas de Raymondi.

Laguna de los Dioses ©Luis Nuñez
Distrito de Socos
Cueva de Jayhuamachay (3,340 m.s.n.m.)
El lugar, que data de la época lítica, es decir, unos 10,000 a.C aproximadamente, fue descubierto por el estadounidense Richard MacNeish en 1969 y contiene evidencias de la presencia humana desde el período lítico hasta el arcaico, como restos óseos de animales prehistóricos y herramientas talladas en obsidiana con puntas de proyectil. Actualmente se encuentra tapada y no se puede acceder a su interior.
Bosque de piedras de Huaraca (3,900 m.s.n.m.)
Se recomienda salir de Huamanga sobre las 8 de la mañana para contemplar el Bosque de Huaraca, que cubre un área de aproximadamente 10 hectáreas. Está compuesto por formaciones rocosas de distintos tamaños (algunas se asemejan a animales o personas) de piedra volcánica erosionadas por la acción del viento y la lluvia a lo largo de miles de años. El carácter surrealista del paisaje hace que sea una de las atracciones turísticas más populares de la zona. Dentro del bosque no olviden visitar la laguna Ustunaqocha, donde se pueden realizar actividades como paddle surf, kayak y paseos en bote.
