Las tradiciones coloniales más golosas no se pierden gracias a las monjas del convento de Santa Clara y el monasterio de Santa Teresa, a quienes las familias más antiguas de Huamanga les han encargado desde siempre dulces para sus celebraciones. Hay mazapanes de almendra, bizcochuelos, turrones blandos, cajas de galletas de anís y maicena. Además, está el famoso dulce de monjas (una suerte de confitura) y las aguas que preparan las Teresitas para combatir los nervios, dolores de cabeza y el estrés (pregunten por el agua de Agrás).
Restaurante
Dulces de Monjas
